La Felicidad es una elección que puedo hacer en cualquier momento y en cualquier lugar.
No hay nadie mas importante en el mundo que tu mismo, y no hay nada que tu por tu cuenta y por sacrificio propio no puedas conseguir, demuestrale al mundo cuanto eres y cuanto vales demuestra que no hay precio para tí, ni para tus ganas de vivir.
¡Sé Feliz!
Al principio de una relación, o incluso antes de que ocurra nada y
mientras solo son amigos, es difícil saber si ese hombre que acabas de
conocer te conviene. Cuando él te gusta mucho, no puedes mantener la
cabeza fría. Lógicamente te ilusionas, tienes esperanzas, quieres que
funcione. Y si has pasado por alguna ruptura dolorosa en el pasado, también tendrás miedo de que no salga bien.
Con semejante ensalada de emociones en tu cabeza, es normal que en ese momento no puedas decidir con claridad. Pero sí que hay señales, comportamientos y pistas que te ayudarán a
saber si merece la pena implicarte o es mejor dejarlo correr.
¿Cómo te sientes cuándo estás con él?
Detente un minuto a preguntarte cómo te sientes cuando estás con él, y
también antes y después de verle. Vas por muy buen camino si te notas
contenta, llena de vitalidad
y al mismo tiempo en paz. Si sientes que eres tú misma cuando hablas
con él, sin necesidad de fingir ni de aparentar nada. Si te encanta
estar a su lado pero cuando se dicen adiós te quedas con una sonrisa en
los labios y sintiéndote ligera y con la energía intacta. Por el contrario, no es buena señal si te sientes en tensión, baja de
energía, a la defensiva o con la sensación de que no eres suficiente o
adecuada. Si antes de verle estás nerviosa, es normal, pero si estás muy
nerviosa hay algo que no funciona. Si durante el encuentro con él debes
reprimirte o calcular tus palabras, si no te sientes comprendida ni
apreciada, piensa bien si deseas seguir viéndole. Por último, si después
de verle estás cansada, sin energía, confusa, ansiosa, te duele la espalda o la cabeza, reconócelo: no son buenas señales.
¿Cómo se comporta cuando está contigo?
Aunque todavía no le conoces bien, y no se debe juzgar a una persona por una primera impresión
o por las apariencias, recuerda ese dicho tan sabio que dice “obras son
amores, y no buenas razones”. Quiere decir que lo que verdaderamente
cuenta no son las palabras (que se las lleva el viento, como dice otro
refrán) sino la forma de actuar. Fíjate en si es considerado contigo, si tiene en cuenta tu opinión y
tus deseos, si se esfuerza por agradarte. El hombre que realmente está
interesado en ti te llamará con tiempo suficiente para planear una cita.
También se esforzará por elegir los sitios a los que ir. Es su forma de
querer gustarte y atraer tu atención. Definitivamente deberías volver a verle si se comporta de esta forma, y además es atento y te escucha.
Cuando no están juntos, es buena señal que te envíe mensajes o te
llame para preguntar cómo te ha ido el día o por algún asunto concreto
que sabe que te preocupa. Por el contrario, cuidado con los que no te llaman hasta el último
momento. Significa que no eras su primera opción. También es mala señal
que no tenga en cuenta tus gustos a la hora de organizar planes, o que
no quiera salir y prefiera que vayas a su casa o que te encierres con él
en el bar a ver partidos de fútbol aunque sabe que los detestas. Y si
tiene hábitos que te disgustan, como fumar, beber o alimentarse de comida basura, ahí tienes otra pista importante. Definitivamente es un maleducado si no responde a tus mensajes o no
te coge el teléfono cuando le conviene. Lo contrario también es un
síntoma alarmante: si te llama a todas horas o te inunda con mensajes,
más que sentirte halagada deberías preguntarte si quieres estar con una
persona insegura y celosa.
¿Por qué le has elegido a él y no a otro?
Para tener del todo claro si él te conviene o no, también debes
mirarte a ti misma. Al fin y al cabo, tú eres quien le ha atraído a tu
vida. Pregúntate qué es lo que te resulta atractivo en él. Es posible que se parezca a otras parejas anteriores
con las que no te ha ido bien. Sé sincera y descubre si estás
repitiendo un patrón que te hace daño. En ese caso, quizás ha llegado el
momento de cortar con esa tendencia y dejar de repetir la misma
historia una y otra vez. Puede suceder, en cambio, que te atraiga por el motivo contrario: es
diferente a todos tus exnovios y a su lado te das cuenta de que has
superado viejos patrones de codependencia o la costumbre de sentirte
como el patito feo. En este caso, enhorabuena.
Y un consejo final: fíate de tu intuición. Ella sabe. Incluso cuando te empeñas en silenciar su voz.
1. Te quitas la ropa y la colocas en la cesta de la ropa sucia según la tonalidad de los colores.
2. Caminas hacia el baño con tu bata de baño. Si ves a tu novio/marido
en el camino, te tapas bien el cuerpo y sales corriendo hacia el baño.
3. Te paras frente al espejo y detallas tu físico. Sacas la barriga para poder quejarte más de lo gorda que estás.
4. Te metes en la bañera. Buscas el pañito para la cara, el pañito para
los brazos, el de las piernas, el de la espalda y la piedra pómez.
5. Te lavas el pelo con champú de aguacate/miel con 83 vitaminas.
6. Te vuelves a lavar el pelo con champú de aguacate/miel con 83 vitaminas.
7. Te echas acondicionador de pelo de aguacate/miel y te lo dejas 15 min.
8. Te lavas la cara con una mezcla de duranzo por 10 min hasta que la cara se ponga roja.
9. Te lavas el resto del cuerpo con jabón para el cuerpo de nueces y fresas.
10. Te quitas el acondicionador del cuerpo. (Este proceso se lleva como
10 min porque hay que estar seguro de quitarse todo el acondicionador)
11. Te afeitas las axilas y las piernas. Consideras afeitarte el área del bikini, pero decides depilártelo.
12. Gritas con arrechera cuando tu novio/marido abre el grifo y pierdes presión en el agua.
13. Apagas la ducha.
14. Te escurres todas las partes mojadas dentro de la ducha.
15. Te sales de la ducha y te secas con un paño del tamaño de Africa.
16. Te pones una toalla súper absorbente en la cabeza.
17. Te chequeas todo el cuerpo en busca de pepas/granos y los atacas con tu uñas o pinzas.
18. Regresas a tu habitación con tu bata larga.
19. Si ves a tu novio/marido en el camino te tapas toda y sales
corriendo para la habitacion y pasas una hora y media vistiéndote.
Cómo bañarse como un hombre:
1. Te quitas toda la ropa mientras estás sentado en la cama y la dejas tirada en el suelo.
2. Te vas desnudo hasta el baño. Si ves a tu novia/esposa en el camino, le enseñas el paquete y haces un sonido como elefante.
3. Te paras frente al espejo para ver tu físico. Metes la barriga. Te
ves el tamaño del paquete en el espejo, te rascas las bolas y te hueles
las manos por última vez antes de bañarte.
4. Te metes en la ducha.
5. No te preocupes por buscar lo pañitos (tú no los usas).
6. Te lavas la cara con jabón azul.
7. Te cagas de la risa por lo alto que se oye cuando te tiras un peo dentro de la ducha.
8. Te lavas tus partes privadas y alrededores.
10. Te lavas el culo y dejas un poco de pelo en el jabón.
11. Te lavas el pelo con cualquier champú. (no usar acondicionador)
12. Te haces un peinado "PUNK".
13. Abres la cortina de la ducha para verte en el espejo el peinado.
14. Te meas dentro de la ducha.
15. Te quitas todo el champu y el jabón y te sales de inmediato de la
ducha. No te das cuenta que todo el baño esta mojado porque dejastes la
cortina por fuera de la ducha.
16. Te medio secas.
17. Te vez otra vez en el espejo. Sacas los músculos y vuelves a mirar el tamaño de paquete.
18. Dejas la cortina abierta y la alfombra del baño mojada.
19. Dejas la luz del baño y el ventilador encendidos.
20. Regresas a tu cuarto con una toalla en la cintura. Si vez a tu
novia/esposa en el camino te quitas el paño, le enseñas el paquete y
vuelves a hacer un sonido como elefante.
21. Tiras la toalla mojada en la cama y te vistes en 2 min.
Todos
en esta vida necesitamos de un buen amigo, con algunas personas
llegamos a ser tan buenos amigos que podríamos decir que más que amistad
es “hermandad”, podemos llegar a conocernos tan bien que pensamos que
la amistad puede sobrevivir cualquier discusión y cualquier cosa. Pero a veces estas amistades se rompen por discusiones tontas y sin importancia.
A veces sucede que por pasar tanto
tiempo junto a nuestros amigos dejemos de prestarles la debida atención,
y que pensando que como hay tanta cercanía no es necesario actuar con
respeto y amabilidad.
El respeto mutuo es algo que no puede ni debe faltar en ningún
de amistad, ya sea con los amigos más cercanos o con los amigos
ocasionales. ¿Cómo podemos hacernos querer si no nos respetamos?
Debemos tener de no discutir por diferencias de opiniones,
esto podría echar a perder una amistad profunda, verdadera y muy
importante para nosotras. Debemos tomar en cuenta que parte del respeto,
es aceptar que las opiniones de otros son tan importantes como las
nuestras.
Igualmente, debemos poner en practica nuestra tolerancia para las pequeñas cosas que nos hacen diferentes. Precisamente
esas pequeñas diferencias pueden fortalecer una amistad, muchas veces
necesitamos aceptar que estamos equivocadas en algunas de nuestras
opiniones, ver las cosas desde el punto de vista de nuestro amigo/a
tratando de ser flexibles, y dejando que nuestra amiga se quede con la
idea de hacer lo que a nosotras no nos gusta. Después de todo, todo ser
humano es diferente y si las personas que nos rodean fuesen exactamente
igual a nosotros, nuestra vida sería monótona y totalmente aburrida.
No podemos ni debemos olvidar lo
importante que son nuestros amigos en la vida, muchas veces no les
reconocemos el verdadero valor que tienen, sin pensar que muchas veces
si no tuviéramos a esa/ese gran amigo/a seríamos una persona totalmente
diferente. ¿Cuántas veces recurrimos a la familia por ayuda en algo
complicado y no encontramos respuesta? Pero en cambio recurrimos a
nuestras amigas y encontramos una respuesta inmediata y la ayuda que
necesitamos.
Una amistad sincera, duradera y verdadera, no se desarrolla de la
noche a la mañana, pero una amistad se nutre respetando nuestros propios
sentimientos y los de otras personas, ninguno es débil por confiar
penas,
y temores con el amigo/a, después de todo la amistad es un compartir y
tener respuestas mutuas a nuestras necesidades de comunicación con los
demás.
Cuidemos de nuestros amigos, especialmente de aquellos que han
estado en los buenos y los malos momentos como el más preciado tesoro.
Muchas veces no le prestamos la debida atención a quien está a nuestro
lado, una palabra, un gesto, un “te quiero”, una visita y todo regresa a
nosotras mismas. Consideremos que cuando damos, en la misma medida
recibimos.
¿Cómo cuidas de tus amigos?