La honestidad
consiste en decir la verdad y en vivir de acuerdo con lo que se piensa y
lo que se siente. Sin embargo, por unas u otras razones, no siempre
vamos “de frente” y “con la verdad por delante“.
Las razones para maquillar, ocultar o pisotear la verdad son tantas,
que todos a veces hemos justificado una mentira aferrándonos a un motivo
que nos librase de la sensación incómoda de no decir la verdad.
Hay mentiras piadosas, mentiras benevolentes, mentiras para proteger
la intimidad, pequeñas mentiras, mentiras enormes, mentiras ocasionales o
recurrentes, mentiras intrascendentes, mentiras egoístas, mentiras para
herir a otro, mentiras para hacer ver lo que no somos, mentiras para
entretenerse, mentiras compulsivas, mentiras para agradar, mentiras para
despistar, etcétera.
Me pongo la primera. A veces miento, porque no me gusta dar explicaciones innecesarias y, si me hacen alguna pregunta que esté fuera de lugar, me limito a ocultar información.
Eso también es mentir, pero no me causa ningún problema de conciencia.
Estoy en mi derecho a compartir los detalles de mi vida con quien yo
elija.
El problema de mentir es que consume mucha energía.
Inventar excusas, encubrir la verdad y quedarse con esa sensación de
incomodidad revoloteando dentro son molestias que, si puedo evitarlas,
lo hago.
Existe un tipo de mentiras a las que si tuviera que añadirles un
calificativo sería: inútiles. Son aquellas que tienen como propósito quedar bien con todo el mundo.
La tarea de agradarle a todos va aparejada a la de mentir, por el
simple hecho de que cada persona tiene sus propios gustos y opiniones.
¿Cómo podemos hacer coincidir los nuestros con los de todas las personas
que conocemos? Sólo mintiendo. Quienes entran en este juego tienen un serio problema de autoestima.
Lo que quizás no tienen en cuenta aquellos que mienten con frecuencia
es que al final la gente se da cuenta. Aquí se aplica ese certero
refrán de: “Antes se coge a un mentiroso que a un cojo.”
La mentira suele notarse, ya sea porque se descubra la verdad o
porque inconscientemente alguien perciba que el sujeto que tiene delante
no es de fiar.
También están los que, por ejemplo, falsean la verdad con fines lucrativos. Perjudican a otros, pero no experimentan ninguna sensación incómoda. Es más, a veces se jactan de su hazaña con descaro.
Al final, lo que cuenta es estar conformes con nuestras propias acciones; vivir de acuerdo con cómo se piensa y cómo se siente. Puestos a elegir, me quedo con caminar siempre lo más próxima posible al camino de la honestidad. ¿Qué eliges tú?
FUENTE: http://tusbuenosmomentos.com/2010/12/entre-la-honestidad-y-la-mentira/
La Felicidad es una elección que puedo hacer en cualquier momento y en cualquier lugar. No hay nadie mas importante en el mundo que tu mismo, y no hay nada que tu por tu cuenta y por sacrificio propio no puedas conseguir, demuestrale al mundo cuanto eres y cuanto vales demuestra que no hay precio para tí, ni para tus ganas de vivir. ¡Sé Feliz!
sábado, 11 de mayo de 2013
martes, 30 de abril de 2013
*CuáNDo No Te QuieReN (VIDEO)
¿Por que seguimos en una relación insana a sabiendas que no nos aman? Esperar a
que te quieran puede ser una de las experiencias mas humillantes y tristes,: “Ya
no me abraza, ya no se preocupa por mi” o “Nunca me he sentido realmente amado o
amada”. ¿Que esperas entonces? Mendigar amor es lo
peor de las indigencias, porque lo que esta en juego es tu persona, y si la
otro, el que esta por encima, acepta dar limosnas, no te merece.
¿Quién tiene el poder en una relación? No es el más fuerte, ni el que tiene más dinero, es el que necesita menos al otro. Si tu pareja puede prescindir de ti mucho más fácil de lo que tú puedes prescindir de él o ella, hay que equilibrar la cuestión. Una persona honesta jamás estaría con alguien a quien no ama para aprovecharse de ciertos beneficios, llámese comodidad, dinero, compañía, etcétera.
Si no te quieren, no es negociable. ¿Qué vas negociar, qué acuerdos vas a proponer si no hay sentimiento, ni ganas ni deseo? ¡Que mala consejera puede ser a veces la esperanza! En ocasiones, la crudeza de la realidad o la más dolorosa desesperanza nos quita la carga de un futuro inconveniente. Si bajara un ángel y te dijera que tu pareja nunca podrá amarte de verdad, por lo menos como te gustaría, ¿seguirías manteniendo la relación? ¿Qué harías? Para mi es claro que si alguien titubea o duda de que me ama, no me ama. “Dame un tiempo”, “Déjame pensarlo” o “No estoy seguro”: excusas o mentiras.
Si es evidente que no te quieren y sigues allí a la espera de la resurrección amorosa, dispuesta o dispuesto a responder a cualquier insinuación, te extralimitaste: estás del otro lado. Y si tu sensación de insatisfacción afectiva persiste a pesar de tus justos reclamos, ya tienes resuelto el problema. No hay dudas: no te aman, y alguien tiene que irse.
Libro de Walter Riso “Los Límites del Amor”
NOTA: Para ver el video más grande, click donde indica "youtube" y os redireccionará a la web. Gracias.
¿Quién tiene el poder en una relación? No es el más fuerte, ni el que tiene más dinero, es el que necesita menos al otro. Si tu pareja puede prescindir de ti mucho más fácil de lo que tú puedes prescindir de él o ella, hay que equilibrar la cuestión. Una persona honesta jamás estaría con alguien a quien no ama para aprovecharse de ciertos beneficios, llámese comodidad, dinero, compañía, etcétera.
Si no te quieren, no es negociable. ¿Qué vas negociar, qué acuerdos vas a proponer si no hay sentimiento, ni ganas ni deseo? ¡Que mala consejera puede ser a veces la esperanza! En ocasiones, la crudeza de la realidad o la más dolorosa desesperanza nos quita la carga de un futuro inconveniente. Si bajara un ángel y te dijera que tu pareja nunca podrá amarte de verdad, por lo menos como te gustaría, ¿seguirías manteniendo la relación? ¿Qué harías? Para mi es claro que si alguien titubea o duda de que me ama, no me ama. “Dame un tiempo”, “Déjame pensarlo” o “No estoy seguro”: excusas o mentiras.
Si es evidente que no te quieren y sigues allí a la espera de la resurrección amorosa, dispuesta o dispuesto a responder a cualquier insinuación, te extralimitaste: estás del otro lado. Y si tu sensación de insatisfacción afectiva persiste a pesar de tus justos reclamos, ya tienes resuelto el problema. No hay dudas: no te aman, y alguien tiene que irse.
Libro de Walter Riso “Los Límites del Amor”
NOTA: Para ver el video más grande, click donde indica "youtube" y os redireccionará a la web. Gracias.
jueves, 25 de abril de 2013
*SoY uNa DaMa DiViNa -CaNCiÓn- (VIDEO)
|
Suscribirse a:
Comentarios (Atom)


